La moscarda

En mi tierra decimos que te «ha picado la moscarda» cuando una serie de cosas salen mal o regular o sencillamente como no tenías previsto pero en el sentido chungo, tampoco se prevé que te toque la lotería (eso se desea pero con el éxito acostumbrado) y si te toca de chungo no tiene nada.

Pues a este que suscribe, al menda, alguna moscarda le ha picado en este mes de octubre que por fin acaba y me ha tenido ausente de este blog. Que no olvidado.

Una de las cuestiones que me he propuesto aquí es la del humor, y la verdad es que comencé el mes con la moscarda revoloteando, y no era cuestión escribir en lugar de con tinta, con vitriolo.

En lugar de extenderme, voy a poner dos recortes de prensa y el sufrido lector deducirá y sacará sus conclusiones. De este primer recorte, es la columna de abajo lo que corresponde.

A los pocos días ya intervine personalmente con un escrito al que el IDEAL añadió con toda la intención una elocuente fotografía.

Digo elocuente porque si bien estoy en el centro, a un lado, trajeado, un delegado de la Junta, el político, y al otro con camisa de cuadros, Andrés Sopeña, personalidad indiscutible en los círculos culturales.

Prefiero no ahondar sobre este asunto porque podría darme «una subida de leche», pero es imaginable el repertorio de epítetos que se me ocurren y aplicables a un buen abanico de bípedos.

Como todo trigal, en medio crecen vistosas amapolas (vaya cursilada), y a mediados de mes mis antiguos compañeros de promoción de Geológicas me dieron un homenaje. No se si por la jubilación, porque fui el delegado de curso muchos años, por afecto, porque he seguido de nexo entre casi todos ellos, o una mezcla de todo. La cuestión es que fueron dos días entrañables (un homenaje de dos días) junto con bastantes de las consortes o en un caso el consorte, Loles era la única fémina entre nosotros. Me regalaron una pipa magnífica y al final nos hicimos esta foto de familia donde falta uno, Andrés Franco (y Paquita) que se tuvieron que ir con anterioridad. Ah!, y Curro Taboada que se escabulló.

A Ángel y Manolo, gracias por la iniciativa, y por asistir al resto de la canalla, ya sesentones avanzados. Una alegría volverlos a ver a todos.

Y como no quiero que la moscarda se salga con la suya, voy a ver si la despisto y le pica al que está a mi lado que es de marmolillo y se queda sin aguijón. La foto no es muy buena pero si dice mucho, hay quién la titula «Darwin y su espíritu», un pasón. Pero que le piquen a él.

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