O calvo o tres pelucas.
O me tiro medio almanaque sin atender este blog, o dos entradas en días sucesivos.
Decía en la entrada anterior que en estos días he estado leyendo sobre la realidad educativa, ya calificada de pesadilla.
Informo sobre esas lecturas.
En el argot, decimos que todo lo actual es «de la LOGSE» y como un resorte salen los abducidos y demás fauna psicopedaboba espetando :»que antiguo eres, la Logse ya no existe», y eso es como los treinta y tres reyes godos, juro que me da lo mismo Alarico que Wamba, todos godos y que duraban «na y menos» en el reinado. Todas las leyes posteriores han sido hijas de esa hidra, la LOGSE. Incluso la del ministro Wert, la LOMCE que perdiendo la oportunidad por cobardía, su barniz ha sido mercantilizarla hacia el capital.
Ya en su momento se escribieron bastantes artículos (¡¡¡incluso en El País!!!, nada sospechoso como antilogse) advirtiendo y con suficiente plazo de lo que podría suponer en la enseñanza y de tacada en la sociedad. Marañón decía que la Enseñanza Media es la medular en una sociedad o país. Si, si, medular, y se piensa el psicopedabobo ¿eso de medular que es?, tengo un primo en Ponferrada que me dice que me quiere llevar a Las Médulas; ¿tendremos que ir a Ponferrada a aplicar los «procedimentales y actitudinales» o o a decirles como se «evalúa en estándares?, pilla lejos y supondrá algo de eso que ignoramos, EL ESFUERZO, de forma que a Marañón que le vayan dando, nosotros a lo que digan los expertos que no saben ni coger una barra de tiza. ¡¡¡Que digo!!!, un cañón proyector con un portátil al lado y muuuuucho buenismo, que entre los hiperactivos (cuantos hay, son legión ahora, antes eran los inquietos o traviesos o despistados), los que sus padres se están separando, los que se les ha agotado la batería del móvil y no ha podido mandar un mensaje al que tenía codo con codo, ya tenemos bastante «motivación para educar en lo emocional».
Enseñar es otra cosa.
Pues hace un par de años cayó en mis manos un librito de los más sensatos, el de Luisa Juanatey «¿Que pasó con la Enseñanza?, Elogio del profesor». Coincidí tanto con ella que logré ponerme en contacto y hemos mantenido una jugosa correspondencia. Igual me acaba de pasar con el de Alberto Royo «Contra la nueva Educación», en el que compiten en lucidez el prólogo de Muñoz Molina con el propio texto. Siempre son refrescantes, o al menos un consuelo estas lecturas que te acompañan o arropan en lo intelectual. Tampoco tiene desperdicio el «Panfleto antipedagógico» de Ricardo Moreno Castillo, otro que, como yo está jubilado y que sin duda fue un profesor excelente (toma ya). En éste último además tengo que sonreír doblemente en lo personal ya que me me eduqué con una frase que a manera de badajo golpeaba mis huesos temporales «la memoria es la inteligencia de los tontos», y yo que siempre o casi siempre he tenido buenas facultades memorísticas, pues a callar humildemente cuando no con vergüenza. Gracias Ricardo por tu apoyo inconsciente, y gracias a Luisa y a Alberto por su lucidez y buen humor, eso que los psicopedabobos se creen que no tenemos, que confunden seriedad con severidad, y yo soy bastante (muy) serio, pero la guasa no me la quita nadie de encima, de severidad nada.
Muestra de seriedad es la imagen que se me ocurre adjuntar:
Pues me planteé desde la seriedad que para conservar ocultas en mi casa esas preciosas vértebras, mejor cederlas al Museo y que estuvieran a la vista. Las cogí yo personalmente en una salida con mi amigo Moncho, que ya está citado por otras partes, en los alrededores de una charca que me temo que no existe hoy.