Ha pasado aproximadamente un mes desde el último parto. Lo fácil sería entrar en cuestiones políticas que las ha habido de sobra y muy sustanciosas, o de cómo va la liga de futbol, pero ya se sabe que uno esquiva estos aspectos.
Poco antes de Semana Santa le hice una revisión al capirote de nazareno, un cambio de aceite, engrase, presión de las ruedas, y a procesionar con tranquilidad salvo que algún manguito me diera la sorpresa. Seguir leyendo