Ni Padilla, ni Bravo y ni Maldonado serían capaces de conservar la sangre fría, el cerebro en su sitio, y en definitiva la compostura y gallardía que la Historia les confía si estuvieran aquí y ahora en el siglo XXI. Sin echar de menos al respecto a Carlos V, me reafirmo por empacho, hartazgo y algo de repulsión, en que no voy a entrar en cuestiones políticas. Seguir leyendo
Ni los comuneros
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