Sin llevarse las manos a la cabeza, Achipichú es tan palabra como lo sería Aserejé, Supercalifragilisticoespialidoso, o incluso el gruñido que se intercalaba en los mambos de Pérez Prado. Luego lo explico.
En primer lugar, reconozco que he dilatado el tiempo entre la anterior entrada y la presente, y eso que se podrá pensar que dado el periodo vacacional podría haberle dedicado algo más de atención, y eso que los jubilados estamos, es un decir, de vacaciones continuas. Seguir leyendo