Pues no se si comenzar esta entrada desperezándome para vadear ese aburrimiento, o por los comentarios a la inicial que yo llamo «foto de familia». Ahí va:

Las caras aparentemente son de aburrimiento, pero no. Son de sueño e incomodidad. Sitio: Calle Arco del Teatro en Barcelona; temporalidad: siete de la mañana del once de marzo de 1964. Viaje de Estudios de Preu de los del Instituto de Málaga. Habíamos concertado un alojamiento en Barcelona en un hotel de las Ramblas, dos estrellas, al llegar ponen cara de extraterrestres y nos dicen al otro lado de un mostrador cubierto de un vidrio y protegiendo una amplia colección de personas de sexo femenino, indigentes al parecer ya que no tenían dinero para comprar ropa, que lo sentían, que no se creían una reserva para un grupo de malagueños y que no la habían tenido en cuenta (proverbial formalidad catalana nos dijimos). A continuación en un medio castellano, medio catalán, el tío que nos recibió informó que sin preocupación, que a pocos metros nos buscaba otro alojamiento. ¡¡¡Bingo!!!, Pensión/Hotel Los Arcos, en la citada calle anteriormente, calle que con bastante posterioridad la he visto reflejada varias veces por Vázquez Montalbán en las correrías de Carvalho por el Barrio Chino. No era un convento precisamente. Sin entrar en muchos detalles, baste con decir que nos acostamos vestidos, ¡¡¡qué asco!!!, pero que después de un montón de kilómetros en un autobús que sin llegar a tartana no era un Supra o un Premium, apechugamos y a pasar la noche como se pudiera. Si en general las noches de los viajes de estudios son «entretenidas», ésta lo fue pero de otra forma totalmente nueva. Uno de los dos profesores, Don Luís Márquez, que en la foto está con una gabardina de color claro, fue habitación por habitación con gesto muy severo a decirnos «esto es una casa de putas, ¡¡¡mañana nos vamos nada más amanecer!!!». La otra profesora, una buenaza que no llegaba a los treinta años, Dña. Ángeles Golbano, se encerró a cal y canto y al abrir la puerta estaba cubierta con una manta por la cabeza y un crucifijo (no sabemos de dónde salió) enorme en la mano como arma defensiva. Un número. Los dos profesores eran muy buenas personas.
Como puede verse en la imagen, las caras son de aúpa. El primero de la izquierda es el que suscribe, me sigue Eduardo Rosa, etcétera. Las maletas no son Samsonite, de cartón y con remaches. Abrigos, nada de «parkas», lo mío es una trinca comprada en la estraperlista. Como para ir de putas.
Ese día después de comer nos dedicamos a buscar otro alojamiento incluso en las tripas del Barrio Chino (lo de El Raval no he llegado a entenderlo), un tanto dispersos pero lo solucionamos. Las duchas fueron interminables.
Se deduce que no he puesto la foto anterior a propósito del aburrimiento, pero es que el gesto induce a ello.
He encabezado Aburrimiento, porque, tonto de mi, albergaba la esperanza de que en este 2024 iban a cambiar y para mejor (más tonto de mi) algunas cosas. Pero no, todo sigue más o menos su trayectoria y conductas:
¿Que tú dices 23?, yo te digo que 32, tendrán el mismo valor relativo o absoluto, que eso es muy complicado y tendré que hacer un proyecto educativo para saberlo, pero la cuestión es retorcer la contrapropuesta para que no suponga una aceptación borreguil.
¿Que un futbolista dice que ficha por la Olímpica Victoriana?, mentira, ya lo ha hecho por el Atlético Aviación. Además, estará jugando en países árabes que es lo que se lleva.
¿Que este Papa intenta poner orden, lo que supone una merma en los privilegios de no pocas sotanas?, a por él. Una vez más me acuerdo de la película de El Padrino.
¿Que si hay noticias económicas positivas?, me da igual, a mi el logaritmo de pí elevado al cubo y dividido por el número de millones de alguno de Florencia, los de allí se llaman «florentinos», me dice que no, que vamos de culo y cuesta abajo.
¿Que todo el mundo mundial dice que paren estas dos guerras (hay muchas más), Ucrania y Gaza?. Da lo mismo, hay que vender el armamento almacenado caiga quién caiga, como lo de «hermanos del albondigón»: que siga el albondigón caiga quien caiga, pero con una condición, que le echen más carne y menos pan.
Y entre otros aburrimientos, la polémica anual en San Sebastián sobre el machismo de «La Tamborrada». Otra vez lo mismo; ¿no lo habían arreglado ya?.
Aunque reconozco que algo de distracción me ha supuesto, que no sorprendido, la opinión de algunos examinandos del MIR en el día de ayer: la queja sobre que no se evalúa la vocación. Pues díganme cómo.
¿Existe un vocacionómetro?. Cierto es que se evalúan los conocimientos, sin olvidar que en muchas carreras una vez acabadas, para obtener el título hay que pasar por un examen de licenciatura (una especie de reválida) o una tesis coloquialmente cono cita como tesina. Cierto también que se dice que hay tres profesiones que exigen una vocación, cura, profesor y médico. Pero no es menos cierto, al menos en las dos que me son más familiares, las dos últimas, que la experiencia evidencia que los más condimentados, los que más conocimientos tienen, suelen ser los mejores profesionales. Ya sé que se me citarán excepciones, pero que en general es así. Al «maestro ciruela» no se le hace caso y no enseña nada, el otro, el médico, será un «matasanos» que te lía y lo mismo cura a base de emplastes. Como dijo aquél: para escribir una buena poesía hace falta una hora de inspiración y seis de transpiración (sudar).
Al respecto, mi satisfacción por ver que crecen las apetencias por la Atención Primaria. Primer escalón de esta escalera sanitaria que a todas luces está haciendo aguas.
Para despedirme, tengo que hacer notar una evidencia. Froilán también contribuye a mi aburrimiento. Está desaparecido. ¿Estará aburrido?¿Los suspiros se escapan de su boca de ameba?. Menos mal que su hermana nos ha deleitado armando un cisco dentro de un avión para que el carrito de las azafatas no le impidiera ir a mear, perdón, miccionar, que ella es muy suya.
Y para no aburrirnos, vamos a algunas imágenes del Museo del P. Suárez:

No está aburrida, no, que está muy despierta aunque sea de hábitos mayoritariamente nocturnos. Un magnífica foto que mi antiguo alumno David le hizo a esta lechuza.

También es de David la autoría. Se trata de un buen ejemplar de «mano de muerto» (Alcyonum palmatum), un pólipo que al crecer en el fondo marino, por su forma recibe ese nombre. Ese ejemplar lo recogí yo mismo en una playa de la provincia de Málaga.
Y hoy toca romper un poco la línea. Que no son sólo las cosas de Ciencias Naturales o de Física y Química las integrantes del Patrimonio del Suárez.
Ya en alguna ocasión me he referido a las estereoscopías, fotos dobles obtenidas con una misma cámara o dos muy próximas, para que mediante un estereóscopo, la imagen se reproduzca en relieve. Pues hete aquí una magnífica colección de estereoscopías de Granada, casi todas de la Alhambra, que realizó Rellev, un ruso que se lo curró y mucho. Son de 4X4, y como los estereóscopos de la época era para tamaños más grandes, él mismo diseñó este modelo del cual el Instituto conserva un ejemplar en perfecto estado:

He preferido insertar esta hoja de propaganda ya que su lectura es muy oportuna. Una cámara fotográfica al pie del aparato, se conserva igualmente en el Museo.

Es elocuente que las cúpulas de Patio de los Leones, no son como las actuales, aún no habían sido modificadas por Torres Balbás.
Y nada más, a ver si este 2024 despierta y nos viene mejor.
Abrazos a todos, con besos y arrumacos.