Pues si, no será porque no hay oportunidades de no embrollar, pensar sencillamente que si no se aporta algo de verdad positivo es mejor estarse quieto o calladito. Y no me vengan con lo de innovador, que hay innovaciones buenas y otras escandalosamente estúpidas. Ya Darwin advirtió que un cambio injustificado en una especie suponía con seguridad la desaparición de la misma. Y nada más lejano del que suscribe que el ser conservador.
Ante la vírica situación actual, que me desaconseja precisamente esta mañana el ir al entierro de un antiguo compañero, de los antiguos de mi Instituto, evidente que hay que respetar normas, y aquí ya tenemos un oportunismo para quedarse perplejo: desde no pocas tribunas se señala que la población joven es bastante indisciplinada con las normas, distancias y mascarillas; no hay que ser «experto», sólo darse una vuelta y como se te ocurra llamarles la atención te responden (sic) «que se ponga la mascarilla tu madre», lo cuento casi en primera persona. Pues bien, ya salen, ¡¡¡cómo no!!! otros expertos advirtiendo que se está demonizando a la juventud, psicopedagogos para variar, y razonan que es que los adultos hacemos caso de las normas que se emiten desde algo con autoridad al respecto, y eso en los jóvenes puede suscitar una respuesta contraria, que es normal. Confunden el natural inconformismo con la insolidaridad e imprudencia en este caso, por el mismo razonamiento justificaríamos que fueran en contradirección conduciendo, o que quemen pastos en esta época que está prohibido, como acaba de ocurrir en una población de Sierra Nevada. Ha habido quien insinúa la implantación de una «mili corta», ya me parece un pasón. Que si, que son cosas de la falta de educación, pues que se lo miren los que sustituyeron el concepto de Enseñanza por el de Educación. Aprovecho para repetir que enseñando se educa, al revés ni una cosa ni la otra. El oportunismo de estos psicopedagogos de una universidad española por cierto, me deja perplejo.
Otro oportunismo es a propósito del Geoparque que engloba a más de cuarenta poblaciones en la provincia de Granada. Mi enhorabuena a estas poblaciones por lo que supone ese reconocimiento. La verdad es que es muy merecido y tanto la Geología como los paisajes son espectaculares. Pensaba yo que lo procedente sería no caer en ñoñerías, y que para eso en la gestión, los circuitos, publicaciones, etcétera, sería bueno contar con los geólogos de la Facultad de Ciencias de Granada, de relevancia internacional, y ojo, sin despistarse con otros supuestos «expertos» con el riesgo de adulterar el objetivo de conocimiento de la Naturaleza, prioritariamente el Geológico. Que ya en Andalucía hemos sufrido intromisiones en este sentido y que quizás al gran público le pasen inadvertidas, pero que no son de recibo: el panel explicativo de la formación de El Torcal de Antequera no tiene desperdicio; lo encargarían a un primo que coleccionaba pedruscos y p’alante; hasta mis alumnos cuando lo veían me llamaban alarmados ¡¡¡¿Y esto?!!!!. El Torcal no se hubiera formado. Pues eso, que sin prisas el Geoparque cuente con una estructura para que las visitas sean fructíferas en todos los sentidos, para propios y extraños.
Pero como decía, el oportunismo no ceja. Unos pocos alcaldes, incluido el de Caravaca (Murcia) han lanzado inmediatamente la creación de un proyecto llamado «Camino espiritual del Sur», parece que consistirá en recorridos por las iglesias desde Guadix a Caravaca, pero que curiosamente coincide esa especie de peregrinaje con el Geoparque, zonas superpuestas. No me extrañaría que o bien lo inmatriculen u organicen la «Novena del Pleistoceno». Vivir para ver, quizás es que se echa de menos el Concilio de Baza.
Y ahora la contra, el «inoportunismo». A cuarenta grados, cuatro de la tarde, Radio Clásica. Intentos de siesta. Tras un erudito en Wagner (autor muy veraniego), cascando más de media hora sobre vida y milagros de la Trilogía, ahora viene otra parrafada con los nombres de los intérpretes, nombres imposibles y más a esa hora, nombres de los personajes, orquesta, auditorio, y todo con euforia germánica mientras discurren los sudores por las sienes, y al final, la Trilogía, que uno es de Wagner para algunas cosas que me encantan, pero para una ópera que empieza con la digestión de la última sardina del espeto y acaba con el gazpacho de la cena…como que no. Que recuerdo el dicho «hasta que no canta la gorda, no acaba la ópera». ¡¡¡Vaya inteligencia de programación con los calores!!!.
Y no voy a insistir en que estamos en el Año Beethoven, que sí está bien cubierto, pero ahora, lo de Galdós es hiriente. Sería por lo anticlerical o por lo que sea, pero está pasando sin pena ni gloria. Recuerdo que hace unos años, no sé si Caja Madrid o Diario 16 repartían ejemplares sueltos de los Episodios. Pues ahora la prensa seguirá con los álbumes de estampitas de futbolistas. Otra ocasión perdida.
Vamos a dejarlo, pasemos a las imágenes:
El aparato a fotografiar en esta ocasión es un barómetro portátil graduado también como altímetro. El resto del montaje habla por si sólo, excusando eso si otros adminículos que rodean al «estudio fotográfico».
Y nada más en este mes de agosto, os sigo recomendando al igual que lo hago para mi, muuuuucha paciencia, que seguro que tarde o temprano todo pasará. Esperemos que temprano.
Salud
Recibida con agrado una nueva dosis de " vacuna castellona " que suaviza " la calor " de estos dias Para disfrutar del presente y prepararnos para lo que está por llegar…… coletazos de Agosto , veranillo del membrillo pa S. Miguel y preparacion Otoñal por si algún primo del Covid-19, tiene previsto arrivar. Gracias por aconsejar " paciencia " como buen padre de ciencia.
Me ha gustado, Animo y sigue en la pelea
Querido Pepe: Gracias por tu intervención, me permito añadir que la paciencia es resultado de resolver múltiples heroicidades muy pequeñas, pero las muy jodidas van muy juntas, casi sin darnos tiempo.
Gracias Guillermo, se intentará, pero observarás que esta "pelea" reflejada en el blog está muy tranquila, casi sin cafeína, aunque se note mi carácter que para eso es mi blog. Abrazos.
Menuda racha lleváis en vuestro Instituto! Es "ley de vida", pero cuesta despedir a los compañeros.
Me encanta Benito Pérez Galdós y es una pena que no se le de relieve al centenario de su
fallecimiento.
Gracias Mercedes, la racha es paralela a las convocatorias de oposiciones, aunque suene así de frío. Los recientes ya habían cumplido sobradamente los ochenta y sus números de registro personal eran muy próximos. Si añadimos el hecho de que el profesorado ha sido, hasta hace pocos años, muy estable, y muy contento en este caso de estar donde estaban (estábamos), pues lamentablemente ocurre como las cerezas, casi nunca de una en una. Descansen en paz.
Ya no es"tu blog", lo escribes tu, pero es "nuestro blog", el que esperamos cada dos semanas,más o menos. ¡Gracias, Maestro!
Siento el facecimiento de un compañero y no deber asistir,a veces poder,me ocurrió hace poco con un familiar.Aparte de eso este lo vuelvo a repasar xq aportas datos q ya tenia casi en el olvido.Gracias.Y hablando de Benito,si,lo confunden con el q no sabia poner ladrillos.Un guiño y un abrazo
Destaco de esta intervención el tema de la EDUCACIÓN, sí todo mayúscula para indicar la importancia que le doy pues pienso que puede ser la base de muchos comportamientos que muchas veces brillan por su ausencia. Con una buena educación se evitarían muchos comportamientos antisociales, violentos, molestos, etc que estamos últimamente viendo con demasiada frecuencia incluso en medios o instituciones que deberían dar ejemplo a los jóvenes y a la sociedad.
Un abrazo Luis
Muchas gracias por intervenir, extensivas a todos los qéuie lo habs hecho, queridos sufridores.
De todas formas, estando de acuerdo contigo en lo básico, insisto en que enseñando se educa, al revés ya estamos viendo los resultados.
Tantos años rodando el Resonador de Savart en el departamento y siempre me preguntaba para qué serviría esta magnífica pieza de nogal.
Estupendo artículo Luís
Gracias por la intervención "desconocido", aunque según veo conocedor de algunas de las cuitas por las que se ha pasado. En el caso del Resonador, estaba totalmente desmontado y las piezas dispersas con lo que relacionarlas fue un problemón. Tengo varias fotografías de las distintas fases de reconstrucción-restauración, no las he incluido en el blog por ahora porque lo harían largo a mi parecer.
Aprovecho para resaltar nuevamente la labor restauradora de Alberto Gómez. No le hubiera puesto en ningún momento ojos azules a un alimoche como en algún momento supuestos "restauradores" hicieron.