Decimos, o al menos yo lo digo, al igual que otros muchos convivientes como se dice ahora, «que hay ropa tendía» cuando se debe mostrar cautela con lo que se dice o enseña ante presencias indiscretas. Pienso eso en estos tiempos en los que la comunicación, en especial si es colectiva, se hace a través de un invento de estos, una pantalla de un ordenador, un tablet o un móvil siempre que tengan camarilla. Sale tu cara, se te oye, oyes a los demás, pero sale también tu entorno y se te ve. La «ropa tendía». Conferencias, conversaciones, clases, etcétera, se están llevando a cabo por este método, pero sin darle importancia a lo que sale a tu alrededor y eso puede ser tramposo. Imaginemos que te ocurre como a ese periodista que mientras hablaba cruza por detrás una individua, que sin ser la propia, iba muy ligerita de ropa. O que se ven cordeles cruzando la sala como tendedero nunca mejor dicho con «ropa tendía», o que caes en ello y pedantemente te escoltas de una estantería con libros apabullantes como hace Iñaqui Gabilondo que desde hace tiempo exhibe un tomaco que en el lomo pone Filosofía, que se vea bien, ¡¡¡que culto y aplicado; independientemente de mi opinión sobre el periodista/comentarista, que no es mala pero a veces podría ser mejor, eso me parece presuntuoso salvo que los varíe o cambie, el Manual de Cocina, aquel de la Sección Femenina que hay que reconocer que era muy bueno, tan voluminoso como ese de Filosofía es una idea para darle su aquél a la cosa. Por otra parte, me parecen felices y elegantes por su llaneza, las apariciones de la viróloga/inmunóloga Margarita del Val, sentada en el tresillo de su casa y de fondo las paredes con algún cuadro: los auténticos sabios no necesitan de oropeles.
Lo anterior no deja de ser una reflexión con su carga de guasa, la que nos va a hacer falta en enero, no se si antes, con los dichosos repuntes del virus a los cuales vamos a colaborar impepinablemente con la celebración de las «Fiestas entrañables» (en otra entrada ya dije que se llaman así por que te remueven las entrañas). Seré un malafollá, lo asumo, pero no me van estos fiestorros, ventaja ante la situación actual.
Deberíamos tomar ejemplo de Los Bérchules, población de Las Alpujarras que celebra la Nochevieja en agosto y no pasa absolutamente nada, al revés, se ha convertido desde hace años en un exitoso reclamo turístico. Todo viene de un hecho con solución humorística y por tanto inteligente: a comienzos de los noventa, creo recordar, se fue la luz en toda la población ese día. No pasa nada, se trasladan las uvas a otra fecha, ¿agosto viene bien?, pues agosto. ¿Es que si no se celebra la cena con suegros, sobrinos y demás, se hunde el Universo?; simplemente pensando en la cena en los campamentos de la Franja de Gaza o Afganistán, aterrizaríamos en otra dimensión que no fuera la de citar al virus a porta gayola como diría un taurino. Fuera las sensiblerías agobiantes emitidas desde El Corte Inglés (aunque por ahora parece comedido este año), por los bombones dorados esféricos dispuestos en un cono imposible. Y veremos antes las comidas de empresa, esas en las que nunca se saben como acaban, pero seguro que bien rociadas de virus. Después, Carnaval y Semana Santa…Veremos, si no tenemos responsabilidad, que está comprobado es un freno eficaz, nos van a tener con mascarilla mucho tiempo. Lo de las vacunas no depende de nosotros, sólo de que nos las pongamos y a esperar resultados.
Eludiendo como es norma el hablar de política, ante el panorama, nuestros periodistas amarillos o no, como tienen una calidad discutible, pues nos inundan con focos de atención dispersares, que si Cantora con la Pantoja y familia, y ahora con Maradona, atención que comprendo pero no comparto en absoluto.
Pero ah!, siempre nos quedará la monja argentina, Sor Lucía Caram que sabe de todo. La semana pasada dos veces, jueves y viernes, en un programa salió en el subtítulo como «monja franciscana», en otro como «monja contemplativa». Daba igual, en los dos fue lo mismo, se le preguntara lo que fuera ella disparaba, mejor disparataba, con su verborrea y a la mitad a arremeter contra el Gobierno y los políticos viniera o no a cuento. Nunca mejor dicho, ¡¡¡Que cruz!!!. Me quedo con el Padre Ángel, que no es que coincida con él totalmente, pero me parece que el de Mieres es más coherente y humilde.
Me permitirán como de costumbre un apunte galdosiano. Anoche en la segunda pusieron otro programa sobre Don Benito. Biográfico. Me pareció endeble por que parecía una biografía propia de Wikypedia, sin entrar en el personaje prácticamente, biografía fofa, salvo alguna intervención de Almudena Grandes que salvó parcialmente el programa. De todas formas, bienvenido sea. Opino que esos programas deberían haberse hecho con bastante más antelación durante 2019, para ser exhibidos a lo largo de este año, no cuando sólo queda una hoja de almanaque. Si el anterior que referí era de calidad, este lo califico de aliño.
Y nada más, que seáis buenos, mascarilla, distancia, paciencia, cuidado de no engordar, y que estos tiempos os sean propicios.
Vamos a unas imágenes:
Pues durante el confinamiento especial «granaíno», la verdad es que no me ha dado ninguna «subida de leche» ni he echado de menos grandes cosas; si es verdad que me acuerdo bastante de mis escapadas gallegas y ahí va una muestra. Jarra de Ribeiro con su taza y un chorizo al vino. Sin tópicos de pulpo ni de asados, algo más humilde, como una comida «galdosiana» ya que estamos en ello. El sitio fue O 48 en Rea del Franco, el único que queda auténtico en semejante Rúa hoy infernalmente turística. Ah!, lo de las tazas se va perdiendo velozmente; el pijerío de los gastrobares gana la partida.
Vamos al Museo:
Parece una raya, está emparentado con las rayas, pero no es una raya. Es un pez guitarra, basta con verle la silueta. En la literatura dice que no alcanza más de un metro, este espléndido ejemplar tiene algo más.
En plan erudito, es el Rhinobatus rhinobatus o Rhinobatus columnae, aunque los modernos con sus tendencias rebautizadoras le dicen Rhinobato, bastante más feo; en el fondo significa más o menos lo mismo, «hocico acostado o tumbado», nada fatal y la cabeza la tiene medio enterrada en el fondo. Se ven claramente los espiráculos que comunican con la cámara branquial tras los ojos.
Y ahora una reflexión sobre los «Ecce homos», las restauraciones indebidas:
Se trata de una chova piquigualda, de pico amarillo. Las chovas, corvidos del género Pyrrocorax son dos, la piquigualda y la piquirroja, picos amarillos y rojos respectivamente y con aspecto de cuervos, lo que son, con sus ojos negros.
Pues obsérvese el estropicio:
La compañera de la anterior, la piquirroja, sólo que mejor no mirarle los ojos. Deduzco que el supuesto restaurador lo hizo pensando en los de Analía Gadé. En mi descargo diré que esa restauración se hizo en mi ausencia, cuando estuve de concejal. Supongo que al no tener ojos de cristal adecuados, frívolamente echo mano a lo primero que tenía a mano.
Algo de Física y Química para ir acabando:
Una preciosa retorta de vidrio. Ya se que no es un útil infrecuente, pero si muy bonito y por eso la pongo, ea!. Se usa para destilaciones y de ahí el pitorro tan largo, como refrigerante y favorecer la condensación. Si fuera de cobre se utilizaría para orujos, licores y demás garguerías: un alambique o un alquitrabe, que sigo con la morriña.
Y nada más, acaba noviembre y acabo esta entrada. Que tengamos noticias optimistas, reflejo de nuestra buena conducta.
Llevas infinidad de razón en lo de Galdós. No fue una biografía, ni un docudrama ni nada parecido. Habrá que volver a verlo a ver si le cojo el paso.
Gabriel
Muy bueno lo de Gabilondo. El otro día, empezando con Napoleón en Chamartín, tuve que reírme con la opinión de Galdós sobre los masones. Un genio
Gracias, Luis, por estos raticos. ¡Quién pillara ese chorizo y ese ribeiro… En taza! ¡Salud!
Gracias por ese guiño a Galicia!
A ver…Ropa tendida,desde la clásica Roma..antes Egipto..antes clturas mesopotámicas..antes Oriente…antes un poco más allá de la pangea…Es q el novio o marido,o pretendiente no suba.Mismo barrio otro tiempo
Has dicho finamente, ante mi groseria q éstos, nuestros políticos actuales son ropa tendida?O estoy un poco desvirtuado?
El mejor museo es tú voluntad y ahi está,creo q lo van a respetar.De momento.No te fies, rompierieron estatuas colosales gente igual de ignorante en ciencia,cultura y bellas artes
Por supuesto,ni sor lucia ni este papa tienen categoría pa dirigir tu reconquista…pero lo hiciste,construirse de un caos pedagógico, algo muy instructivo.Pero claro eso es pa Q 1,no pa pobres de mente.
En ningún momento he pretendido aludir ni comparar a ningún político actual con nada, estimado "desconocido"; ya me cuidaría yo que este blog se convirtiera en tribuna política, y mis esfuerzos hago no vayas a creer.
Si, aunque estés un poco "desvirtuado" como dices, te agradezco tu intervención, señal que me lees, que no es poco.