Breve descripción. Ciencias Naturales: Sala I y II

 Breve descripción. Siguiendo un criterio sistemático, la haremos en dos apartados, uno dedicado a la unidad de Ciencias Naturales y el otro a la de Física y Química.

2.a.-  Ciencias Naturales: En buena parte consta en la Guía Didáctica que se elaboró en 2008, por lo que en la actualidad puede existir alguna variación, pero insignificante en lo cualitativo.

Como tal, la referida Guía no pretende más que ser de ayuda al visitante «despistado», aunque plantea algunas cuestiones para que la visita requiera una observación más allá de «ver postales». 

Sin falta modestia, quedó muy atractiva, pensada para público de todas las edades escrita en un lenguaje muy asequible sin caer en la ñoñería, con las ilustraciones oportunas y un diseño más que apropiado hecho por Luis Castellón Quesada (algo tiene que ver conmigo, creo). Fue presentada en un acto público, igualmente por Andrés Sopeña Monsalve, y financiada por la Dirección General de Museos de la Junta de Andalucía, así como por el Centro de Profesores de Granada.  

Apuntemos que en las colecciones se ha conservado la etiqueta de la época con nomenclaturas que hoy pueden sorprender, pero que realzan el valor histórico científico. Hoy son cartelas de indudable interés, no solo por la taxonomía sino porque reflejan la casa suministradora.


   Como se ha indicado la unidad de Ciencias Naturales se estructura en tres salas y un pasillo que las comunica lateralmente. Respectivamente se les conoce como Sala I o de la Paleontología, la II o de la Zoología, la III de la Arqueología científica, y el pasillo, de los invertebrados, minerales y rocas.
Esta nomenclatura no corresponde con rigidez a los contenidos pero si a los mayoritarios.

    Por ejemplo en la Sala I o de la Paleontología, al fondo se encuentran dos armarios con la colección de semillas adquiridas al Real Jardín Botánico de Madrid, algunas conservando el semillero en ampollas de vidrio soplado de gran interés histórico científico.  Son doscientas setenta y cuatro ampollas de vidrio realzadas en su vistosidad por el etiquetaje de la época. El resto de la Sala se dedica exclusivamente a los fósiles. 
















Productus conservando su propio nácar.

Leptolepis, calizas de Solenhofen

Éstos, en buena parte son de procedencia francesa, adquiridos en el XIX al paleontólogo  Louis Semain  que a su vez los extrajo, salvo algunos (de Solenhofen, o de Maastrich, entre otros), del conocido en Geología como “Corte de París“ (de los Vosgos a Montmartre). La colección de fósiles está enriquecida con donaciones recientes, tanto por parte del que suscribe como por parte de personas que valoran la cesión al Museo. De esa manera se ha aumentado la colección de trilobites, de ammonites, vegetales fósiles, etcétera.

Los más de ochocientos fósiles diferentes están distribuidos en diecisiete expositores horizontales ordenados evidentemente por tiempos geológicos: los tres primeros corresponden al Paleozoico, del cuarto al doce al Mesozoico, y del trece al diecisiete hasta la actualidad, Cenozoico y Cuaternario.

Hay que indicar que en las etiquetas originales, no aparecen ni el Cámbrico ni el Ordovícico, pero tengamos en cuenta que son periodos que fueron descritos posteriormente a la elaboración de las colecciones. Si en alguno aparece es por añadido posterior de D. Rafael García y Álvarez o por parte de este autor.


Kosmoceras

Al interés científico de muchos de los fósiles, que me imagino casi pedante el extenderme en ello, se aúna la belleza de algunas formas como los vegetales o los fósiles nacarados o piritizados.


Se completa lo relativo a Paleontología con seis maquetas en escayola de grandes formas igualmente de procedencia francesa (Éloffe y Cia) del siglo XIX que, restauradas y sobre peanas embellecen el recinto. Igualmente en la pared se exponen láminas con el referido “Corte de París“ y los tiempos geológicos manejados en la época.


    La Sala II, la de “la Zoología“, es quizás la más asequible al gran público ya que se exponen las colecciones muy vistosas de vertebrados e invertebrados con exoesqueleto. Condroíctios y reptiles (grandes formas), aves y mamíferos, están distribuidos en veintidós armarios verticales; seis expositores horizontales para moluscos y un séptimo para esponjas y corales. El criterio de distribución de las especies que ha prevalecido, es el filogenético, es decir, el de una Sistemática basada en la Evolución que ya  figuraba en el Catálogo de 1886. En algunos casos en que la propia Sistemática nos lo ha facilitado, se han reunido algunas de ellas con un criterio ecológico. Así ocurre en las cuatro primeras vitrinas en las que se agrupan aves limícolas, acuáticas de agua dulce y salada, así como las relacionadas con éstas, destacando a las Ralliformes y Caradriformes procedentes de humedales andaluces hoy inexistentes.




 Paradisea apoda, Ave del paraiso. Nueva Zelanda

Turnyx sylvatica, (Turnyx turnyx). Torillo, Málaga. 

   Este hecho es muy frecuente y de suma importancia entre las formas expuestas, ya que al ser su procedencia temporal del siglo XIX muchas de ellas están extinguidas allí donde se capturaron; otras, lamentablemente en trance de extinción como el “torillo“ y otras extinguidas totalmente como el lince y quebrantahuesos específicos de Sierra Nevada, subespecies de rinoceronte y elefante índicos, etc… es sumamente elocuente al respecto el encontrar avutardas de la comarca de Baza, garzas imperiales y espátulas de la ribera del Genil, frailecillo de nuestras costas, y una relación que nos haría sonrojar por la frivolidad con que hemos tratado a nuestro entorno.




Lince de Sierra Nevada, Granada.


«Gato marsupial». 


Continúa la Sala con los armarios dedicados a mamíferos, que igualmente se disponen con criterio evolutivo: ornitorrinco, marsupiales diversos, hasta llegar a primates, y éstos a su vez desde el lémur y el tití hasta el ejemplar de orangutana con su cría. Otros muestran la colección de grandes formas de condroíctios y reptiles, así como sus esqueletos montados. Algunos exoesqueletos de invertebrados como equinodermos y el soberbio ejemplar de Euplectella o regadera de Filipinas de bellísimo montaje, merecen otro armario.




Euplectella aspergillum, «Sifón o regadera de Filipinas»  

 Los expositores horizontales muestran la colección de más de seiscientos moluscos diferentes; colección importante no por lo cuantioso sino por la diversidad e interés científico: de enrollamiento inverso, profusión de distintas especies del género Planorbis, Unio, Anodonta, etcétera. Las grandes formas se reagrupan en un solo mueble.



Ejemplares de Unio littoralis.

Agrada ver la cartela con las grecas artísticas, así como la caligrafía.

   





















Elementos complementarios de esta Sala, casi con criterio ornamental dentro de lo científico, son el autoclave y el antiguo reloj del campanario del Instituto en perfecto y diario funcionamiento una vez restaurado.




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