Eso ha sido ni más ni menos el responsable de mi silencio de más de un mes. Desde el año pasado.
Unas fiestas «entrañables» como eran de esperar, con su trillones de anuncios para que oliéramos mejor, tonterías ñoñas, cuando no hipócritas distribuidas en los tres rounds: nochebuena, nochevieja y reyes. Confirmo:
Superados con éxito los tres rounds del combate, no había engordado, ningún exceso, regalé cosas, fui regalado, quedó pendiente algún obsequio que, ay, tenía vía libre de elección por mi parte como así hice equivocadamente.
Me permití la licencia de esa imagen, surrealistamente monárquico metiéndole mano al consabido roscón. Me salió un muñequito que acompaña a los de años anteriores, uno, que es así de fetichista.
Pero a la vista de como se iba desarrollando el año 2023 (mira que es feo el número), y que me bombardeaban con acontecimientos tan vitales e imprescindibles como la separación de Vargas Llosa de la Preysler, de Piqué y Shakira, un marasmo con la niña Tamara Falcó, otro con Froilán que se va a hacerle compañía al abuelo, o no se sabe a que, a estudiar trigonometría esférica seguro que no, su hermana, que aspira a modelo picassiana, los bancos, bien, gracias, los cortes de luz siguen su curso adecuadamente, las empresas distribuidoras de alimentos y grandes superficies, ni te cuento, unos angelitos, pues digo que a la vista de cosas así, y que solo en letra chica salen minucias como la subida de las pensiones o del salario mínimo, o de la sentencia mortal a Doñana u otras tantas, me decidí a pedir a los Reyes Magos un Tofu mental, tal como suena.
Como me he informado de la existencia de la «Inteligencia artificial», escudriñando me enteré de la existencia de un cacharro que sustituye a lo que tenemos dentro de la azotea, el Tofu mental, y dado que no estaba satisfecho con mis razonamientos ante el panorama expuesto anteriormente, pues nada, que me lo pedí con cargo a la tarjeta del obsequiante y en veinticuatro horas me llegó de la mano de un repartidor falso autónomo. Venía con sus instrucciones de montaje, tutorías de YouTube incluido, y me lo instalé; cierto que un ojo me quedó algo desviado.
Empecé a ver la luz y a comprender el terremoto de tonterías, incluso interpreté condescendientemente la pamplina catasfrofista de la variación del giro del núcleo terrestre, ya que era evidente que eso es una cosa de rojos judeomasónicos y bolivarianos, y de repente el interface del metaverso cortocircuitó a la inteligencia emocional y causó una derivación en el ChatGPT. Encima la pieza de recambio solo la venden en Argentina. ¿Porqué ocurrió ese dislate que supuso el estar en blanco todo el resto de enero del nuevo año?. Lo cuento:
La instalación del Tofu mental me estaba produciendo angurrias, febrícula y caspa, con lo que decidí llamar a un teléfono de atención al cliente. Ahí fue el detonante. Tras veinte minutos sonando por fin me dice una voz que si mi llamada era para tal cosa, que pulsara uno, que si para tal otra, dos, y así hasta que dijo que si era para cualquier otro asunto esperara a que me atendiera un operador; esperé y me dice que todos están ocupados que siga esperando, y mientras me sale (literalmente):
«Vaya torito, ay, torito guapo, nuestros operadores siguen ocupados, por favor espere, tiene botines y no va descalzo, nuestros operadores siguen ocupados, vaya torito, ay….». ¡¡¡Hasta aquí!!!. La empresa del Tofu mental está aconchabada con el espíritu del Fary. Ya he pasado por suficientes momentos trágicos en mi vida como para añadir otro.
El aparato no pudo resistirlo y se escachifolló.
Mi confianza en eso de la Inteligencia artificial se ha tambaleado un poco; sigo con la máquina (invento español por cierto, de Torres Quevedo) que daba mate con rey y torre. Supongo que con el tiempo ( y soy ya conocedor) iré descubriéndome ante otros avances, aunque algunos me provoquen cierto escepticismo, como la aplicación de la Inteligencia artificial a la producción de uvas pasas contemplada por parte el Ayuntamiento de Vélez-Málaga; tan cierto como el frío que hace.
Se me podrá calificar de momia, pero casi que no me importa. Las mentes pensantes en medio de este clima bélico, de tarascadas económicas y sociales, han creído intelectualmente oportuno anular el término «momia», y queda sustituido por «persona momificada». ¡¡¡Venga, que llenen, que esta ronda es mía!!!, que alivio. Me resisto a ampliar el comentario, que gilipolleces hay en todas las geografías. Y me pregunto, ya que la idea surge de sesudos integrantes de museos británicos ¿porqué no se plantean la devolución de tantas maravillas usurpadas y reclamadas en lugar de estas pamplinas?
Me inclino por seguir dándome tutes de lectura que alimentan mas y sin Tofus mentales. Por cierto, mi amigo Antonio Bustamante acaba de publicar otro libro, lo leí y merece la pena; está en Amazon y su título es «Con los pies en el agua, desde Donostia hasta México». https://amzn.eu/gpE89bC. Suerte Antonio, sigue.
Vamos a algunas cosas del Museo del P. Suárez:
Tenía abandonada la colección de primates y ahí va este. Se trata de un mono araña. Para eruditos, Ateles hibridus, y su procedencia es Colombia. Carecen de dedo pulgar y de ahí el término A-teles. Extremidades como puede verse muy largas; muy útiles para el desplazamiento entre árboles. Muy útil para explicar al personal aquello de «platirrinos», que alude a tabique nasal plano y grueso, tanto que las ventanas nasales están desplazadas orientadas opuestamente; menos evolucionado que los «catarrinos» (nosotros en tres otros), que la delgadez y profundidad del tabique nos permite tener las ventanas orientadas frontalmente.
Otra:
Una original toma de la caja torácica del esqueleto humano. Lo acababa de limpiar y restaurar Alberto Michelon, Albertini para los amigos, un diez, un lujo de profesional y como persona.
Y algo de los aparatos de Física:
Un precioso dinamómetro, si, de esos que algunos conservaremos en nuestras casas y que se usaban para pesar a los niños al nacer y en los primeros meses. Los frecuentes eran lineales y no circulares como el presente, pero su fundamento es el mismo. Comopuede verse, este procede de la prestigiosa casa parisina Secretan.
Y nada más, que se inicia un periodo electoral y como decía aquel: «que Dios nos la depare buena». A abrigarse. Fuerte abrazo.
Querido Luis:
Los que llevamos ya bastante tiempo peinando canas echamos de menos (es natural) oír los cascos de los caballos desde la ventana, ver el cielo poblado de estrellas cualquier noche, o a las mozas acudir con el cántaro a la fuente y reunirse a parlotear en torno a ella, leer a la luz de un candil y una serie de experiencias que nos fueron familiares en un tiempo y que son extrañas a los más jóvenes.
Confieso que en su día, a mí me extrañó que se rieran en una casa de pueblo cuando pregunté por el váter, cosa que no existía, porque no había agua en las casas.
Hoy todo lo que nombras me parece nuevo, como el váter a aquellos pueblerinos, y me muevo con dificultad entre tales conceptos.
De todos ellos, el que más me ha chocado es el de «la aplicación de la Inteligencia artificial a la producción de uvas pasas contemplada por parte el Ayuntamiento de Vélez-Málaga».
¡Dios mío!, ¡Vélez-Málaga, cuna de María Zambrano, Juan Breva, Salvador Rueda, Evaristo Guerra, Francisco Montoro y tantos otros veleños ilustres!
Si un pueblo en el que el talento natural es cosa normal, habitual y cotidiana se acoge a la inteligencia artificial, apaga y vámonos.
Pues tal como te lo cuento, y si indagas en internet verás que lo de Vélez no se queda ahí.
Tienes toda la razón. Gracias por intervenir. Un abrazo
Mi querido Luis, se echaban de menos tus líneas llenas de humor y anfibológicas intenciones. Ya veo que los breves achaques no hacen perder dinamismo a tu teclado y me alegro, que siga así, pero echo de menos alguna implicación directa porque los muchos asuntos importantes que nos rodean la merecerían. No sé como será el 2023 pero sus centenarios precedentes inmediatos 1923 (dictadura de Primo de Rivera) y 1823 (retorno de Fernando VII a la monarquía absoluta) son significativos. Veremos.
En cuanto al frío te digo una cosa: ¡Brrr…!
Gracias por intervenir, Antonio. Lo de enfocar los asuntos metiéndome como persona, sabes que intento no hacerlo, máxime cuando es obvio tanto mi criterio como mis intenciones. De vez en cuando haré algo en ese sentido, para que no te quejes.
Cierto, el 23 tiene «malage», como diríamos por aquí; fue mi numero en tercero de bachillerato (1960) y fue el año que peor lo pasé en el Instituto. Ahora, que el que viene no se queda atrás, que es bisiesto.
Además de bien escrito y cachondo como nunca, qué puesto que estás en todos los avatares de la vida moderna, cachiendiez. 😘 Sigue.
Muchas gracias por intervenir y por el elogio. Seguiremos. Un abrazo fuerte
Me alegro mucho de leerte!
No le echeis tantas «pestes» al n° 23 y «Arriba los corazones»!
Preciosas, como siempre, las fotos del Museo.
Un abrazo.
Además, el 23, no el 2023, es primo, lo tiene todo.
Gracias por lo de las fotos; en esta ocasión alguna no es de las mejores pero si muy elocuente, me refiero al Ateles.
Fuerte abrazo y gracias por intervenir.
Todos pensamos que esto es una tomadura de pelo, pero en algún punto del camino se nos olvida y terminamos nadando en tofu. Es un alivio que alguien lucido nos recuerde que estamos metidos hasta el cuello en un marasmo que pretende tragarte del todo con fines perversos. Hay que mantener la cabeza fuera. La foto maravillosa. Cuando la vi me vino un ramalazo monárquico. Confundo afectos, seguro. Y por cierto, lo de Shakira ha sido tremendo, pobre muchacha.
Muchas gracias Pepe, veo que vamos por el mismo camino.
Dices de la pobre de Shakira, pero han pensado en Froilán en Dubai, sin inteligencia artificial, ni emocional, ni….
Me alegra que te gusten las imágenes. Fuerte abrazo.
Me ha encantado leerte. A partir de ahora te seguiré, nada de tofus mentales y más lectura. Un fuerte abrazo Luis
Aunque no te tengo ubicada, muchas gracias Ana, bienvenida a la óptica surrealista. Un abrazo
Muy divertido tu articulo, en la linea de ese extrañamiento que a los mayores nos esta produciendo la revolucion tecnologica. Falto hablar del algoritmo ( de precioso nomnre) por el que daldriamos de difas acerva del posible embarazo de Tamara Falco, que a mi me trae de caneza. Deseo que sigas muvho tiempo alegrandonos la vida con tu divertida literatura
Viniendo de ti el elogio literario vas a hacer que engorde. Una cosa, las revoluciones, tecnológicas en este caso, pueden ser respetables y positivas, pero algunas huelen a camelo gordo. Me temo que esta es una de ellas. Fuerte abrazo y gracias Benicia.
Atinado, como siempre, amigo Luis. Al ver la fotografía del dinamómetro me he acordado de la romana para pesar que usaban por Córdoba quienes vendían miel y queso.
Un fuerte abrazo.
Gracias por intervenir Miguel. Pues si, son artilugios para pesar, la romana con el fundamento de potencia por su brazo…y esto es la torsión de un muelle.
Fuerte abrazo
Mi querido amigo, he disfrutado un montón de tu artículo y de tus reflexiones obre la inteligencia artificial.
No me gustó tanto la foto del primate, supuestamente nuestro ascendiente; aunque conozco algunos individuos que deben venir por línea directa.
Muchas gracias por la mención a mi novela. Cualquier ayuda es bien venida a un autor novel a estas alturas.
Un abrazo
Antonio, gracias por leerlo e intervenir. Te digo que coincido en que la foto del Ateles no es de excesiva calidad, pero te añado que evolutivamente sanos de línea s Distintas. Platirrinos y Catarrinos supuso una disyunción importantísima.
De nada en lo referente a tu libro, te lo mereces. Fuerte abrazo
Gracias Maestro, tus vibrantes e ingeniosos comentarios siguen siendo un referente para quienes deseamos vivir la verdad de los sentimientos y tu, lo bordas. Gracias
Muchas gracias por intervenir Paco. Y por el comentario. Seguiremos juntos mucho tiempo. Fuerte abrazo
Querido Luis superadas fechas navideñas , uvas, anuncios de perfumes y jugueteria , comparto tu reflexion……..por fin la » normalidad «, pero volvemos a la época preelectoral con bombardeo de promesas, cirticas y enfrentamientos y casi uno prefiere las uvas, los turrones y las colonias…por lo menos endulzan y huelen bien.
Que hermosa es la inteligencia , leerte rejuvenece y ennoblece la condicion humana, por eso, como tú , me inclino por la natural ; la artiticial cuesta más , aunque se comprenda que estamos en la senda del progreso-futuro todo lo artificial precisa de formación previa y cuando se cumple una edad …puff………para eso ya estan » los fuegos artificiales »
Un fuerte abrazo maestro,
Muchas gracias Pepe por tus comentarios. Coincido en la duda de si no será peor el tiempo electoral que el prenavideño. De todas formas, con algo de humor, bastante, y la ayuda de un Ribera del Duero, creo que sobreviviremos. Fuerte abrazo.
Hola Luis,
Me encantan tu blog, mitad broma mitad en serio.
Aprovecho para saludarte y recordar aquellos fines de trimestre, cantando villancicos en la cafetería del Instituto (por Navidad), o simplemente engullendo los buenos manjares de Paqui y bebiendo vino blanco (tú), en la esquinita de la barra.
Un beso
Mercedes.
Gracias por tu intervención/saludo. Como ha pasado mucho tiempo, te informo que me cambié del blanco al tinto a ser posible decente; el cambio supuso unos diez minutos. El blog corresponde a su título «seriamente cachondo». Si no vemos las cosas con el prisma del humor, vamos mal no, peor.Fuerte abrazo